11 de noviembre de 2010

Intervención en el recinto (Sesión del 10/11/2010)

Sr. Presidente (Fellner).- Tiene la palabra el señor diputado por Río Negro.

Sr. Cejas.- Señor presidente: estamos tratando el proyecto de ley de presupuesto nacional. Es loable destacar que por octavo año se presenta en tiempo y forma. Se ha cumplimentado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda la presencia de los funcionarios de cada una de las áreas de gobierno que explicitaron minuciosamente las propuestas del gobierno nacional en este presupuesto. Los funcionarios del gobierno nacional pusieron al alcance de todos los legisladores las propuestas que emanan de este presupuesto.
Señor presidente: el presupuesto de la Nación es el programa de gobierno que el Poder Ejecutivo tiene para toda la comunidad. Representa la seguridad jurídica y la certeza en lo internacional y en lo nacional. Digo esto porque desde algunas corporaciones se hacen menciones permanentes a la falta de seguridad jurídica en la República Argentina, lo cual está muy alejado de la verdad.
El año pasado, cuando el ministro de Economía de la Nación vino a este Congreso a explicitar las pautas del presupuesto anterior, algunos legisladores que hoy ya no están y otros que recién iniciaban su tarea como diputados de la Nación ninguneaban los números que el Poder Ejecutivo nacional oportunamente había presentado. Y parecía que se nos venían encima todas las plagas de Egipto. Lo que ocurrió fue que no estaban observando la gran crisis internacional que se había llevado puestas a las diez economías más poderosas de la tierra. Sin embargo, la Argentina, a partir de políticas económicas coherentes, pudo capear el temporal. Es difícil reconocer estas cosas.
Traigo esto a la memoria porque en oportunidad de tratar este nuevo presupuesto y brindar los números acerca de los cuales demandan algunas certezas los legisladores de la oposición, es necesario recordarles por qué el Poder Ejecutivo nacional debía tener un presupuesto armado con responsabilidad, equilibrio y certeza, teniendo en cuenta los remesones o la falta de solución en otros países centrales.
No olvidemos la problemática que sufrimos el año pasado cuando desde este gobierno nacional y desde esta bancada oficialista pretendíamos mantener el salario, el empleo y la obra pública. No se nos creía.
Invitaría a todos a recorrer el país para que vean lo que ha significado una propuesta de trabajo y un programa de gobierno de características federales, y para que vean también las obras de infraestructura básica, de saneamiento, de servicios, de agua, de luz, de viviendas, de escuelas, en lo que significa el desarrollo social en forma integral de la República Argentina; también la asignación universal por hijo, las pensiones no contributivas, los nuevos jubilados, los varios programas sociales que están en marcha, los aspectos económicos relativos a la producción, el desendeudamiento de las provincias.
Pareciera que algunos no se dan cuenta de lo que significa que van a tener un año y medio de gracia, donde ninguna provincia argentina va a desembolsar en función de las deudas que tenía, y una propuesta de trabajo a veinte años donde todas y cada una de las provincias argentinas van a poder readecuar su sistema productivo y el pago a sus empleados públicos.
Me gustaría invitarlos a mi provincia para que vean cómo sigue adelante la Universidad de Río Negro, los fondos para la Universidad del Comahue, los aportes a la Comisión Nacional de Energía Atómica y al INVAP, las rutas 22 y 23, etcétera.
Dados los pocos minutos que me quedan para hacer uso de la palabra, solicito autorización para insertar el resto de mi discurso en el Diario de Sesiones, ya que podría estar hablando más de tres horas sobre lo que ha significado la obra pública para la provincia de Río Negro que no es gobernada por alguien de mi signo político y para todos y cada uno de sus municipios.
He escuchado atentamente la exposición de muchos legisladores. Me da la impresión de que aquellos que no tienen la responsabilidad de gobernar tienen observaciones o puntos de vista disímiles a los nuestros. Y esto no está mal, señor presidente. Pero no es lo mismo hacer propuestas traídas de los pelos cuando no se tiene la responsabilidad de gobernar que hacerlo cuando se está gobernando un pueblo, una provincia o una nación. Cuando se está gobernando, la responsabilidad es total.
Como dice el tango, con la guita ajena cualquiera es taura. Y no es que la plata sea nuestra. Yo escuchaba el eje discursivo de algunos sectores del Grupo A respecto de lo que significan las propuestas supuestamente superadoras del dictamen de mayoría que hemos elaborado. Entre esas propuestas está el 82 por ciento.
Quiero recordar que hubo que irrumpir fuertemente con la nacionalización de las AFJP; muchos no estaban de acuerdo. ¿Sabe, señor presidente, qué diferencia habría hoy entre el mínimo que está pagando el Estado y un mínimo de las AFJP? Más del 50 por ciento. Entonces, hay que ser responsable cuando se dicen las cosas. ¿Quién no quiere que un jubilado argentino tenga un haber previsional más alto?

Sr. Presidente (Fellner).- Ha finalizado su tiempo, señor diputado. Por eso le pido que vaya redondeando su discurso.

Sr. Cejas.- De acuerdo, señor presidente.
Con respecto a la ley de bosques, quiero decir que está llevándose adelante un ordenamiento territorial de cada una de las provincias. Por eso todavía no se puede llegar al máximo del presupuesto, porque tienen que firmarse leyes convenio entre la Nación y las provincias.
En cuanto al tema de los superpoderes, empecemos por casa, es decir, desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y desde muchas provincias –como la mía que los tienen.
Con respecto al tema de la inflación, la única verdad es la realidad. Un ex diputado que no era de mi partido, que presidió esta Cámara y que fue ministro de Economía de la Nación, el maestro Juan Carlos Pugliese, decía que les hablaba con el corazón y le respondían con el bolsillo. Esto debemos tenerlo en cuenta. No seamos promotores de un proceso aún mayor de los precios, que seguramente tendremos que arreglar entre todos los argentinos. No es fácil la intervención del Estado en la libre oferta y la demanda. No es fácil arreglar este tipo de cosas.
Señor presidente: me quedarían por decir muchas cosas más pero las voy a insertar.
Tal vez este no sea el presupuesto ideal, pero es el presupuesto posible y real. Por eso, solicito a todos los diputados y diputadas que hagan un aporte patriótico y lo aprueben, no por el bien de este gobierno sino por el bien del pueblo de la Nación Argentina. (Aplausos.)

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