26 de julio de 2012

A sesenta años del fallecimiento de Evita

El 26 de julio de 1952, hace hoy exactamente sesenta años, pasaba a la inmortalidad María Eva Duarte de Perón: "Evita".

La congoja y el desánimo se apoderó rápidamente de los corazones de aquellos que habían encontrado en su figura a su abanderada, a su defensora, a la mujer que con coraje, valentía y firmeza había enfrentado a los más oscuros intereses políticos y económicos de la época para devolver el poder a su auténtico poseedor: el pueblo de la Nación.

Su vida, corta pero intensa, fue una muestra cabal de su pensamiento y su acción. No descansó un solo momento para lograr que el pueblo trabajador, que los humildes de la patria, tuvieran su lugar de decisión en la vida pública nacional.

Su paso por este mundo fue fugaz, pero dejó una huella indeleble. A sesenta años de su partida, su obra sigue viviendo en el corazón y la mente de todos aquellos que sueñan y luchan día a día por una patria libre, justa y soberana. Como la que soñó ella, la abanderada de los humildes, la protectora de los descamisados, la Jefa espiritual de la Nación: "Evita".